BLOG DE CULTURA CLÁSICA DEL IES FRANCESC RIBALTA DE CASTELLÓN


Buscar este blog

jueves, 18 de abril de 2013

Ludi Saguntini 2013



Hoy jueves un grupo de 75 personas, entre alumnos y profesores, asistimos a los Ludi Saguntini y al XVII Festival de Teatro Grecolatino.
Tras el desplazamiento en tren, con algún que otro problema con los billetes y los tornos, hemos llegado a la Plaza porticada donde hemos distribuido a los alumnos en tres talleres:
- Plaza de los dioses
- Militaria
- Etapas de la vida

En el primero, los alumnos del Programa de Profundización han tenido un acercamiento a la mitología clásica, jugando con los dioses, tras vestirse romanos: identificación de divinidades, juegos, gincanas, etc.

El taller de etapas de la vida nos ha narrado la vida de un niño y una niña romanos, desde su nacimiento y aceptación, hasta su boda.

En el taller de Militaria hemos comprobado cómo un soldado romano llevaba encima ¡39 kilos de peso! entre armamento defensivo (coraza, casco y escudo) y ofensivo (lanza, espada y puñal), además de pico, pala, el rancho y otros objetos para protegerse de frío o lluvia. Y así debían caminar kilómetros y kilómetros. Después los alumnos han realizado un paseo en formación por la plaza principal de Sagunto, ante la expectación de los visitantes, han realizado un ataque y, por dos veces, han practicado la formación de "testudo" o tortuga.

Tras un breve tiempo para comer, hemos ido al teatro para contemplar la representación de "Ifigenia en Áulide", a cargo del grupo "Noite Bohemia" de La Coruña, que ha realizado una muy buena puesta en escena, con unos coros de alto nivel y coreografía reforzada por música bien elegida.

La obra ha tenido una gran acogida.

Finalizada la jornada hemos vuelto a la estación para regresar en tren, no sin algún contratiempo, a Castellón.

En definitiva, una agradable jornada en la que los alumnos han podido tener un acercamiento al mundo clásico grecolatino.

A continuación ofrecemos un testimonio visual de la jornada.



lunes, 8 de abril de 2013

Ifigenia en Áulide: la maldición de la casa de Atreo

En la tragedia Ifigenia en Áulide, que comentamos en una anterior entrada de este blog, dos de los más importantes personajes son los hermanos Atridas, Agamenón y Menelao. La familia a la que pertenecen fue la protagonista de una historia llena de asesinatos, violaciones y actos horrendos, de los que el intento de sacrificio de Ifigenia es sólo un ejemplo. A continuación ofrecemos un resumen de dicho historial:

Ifigenia en Áulide



Dentro de las actividades extraescolares del departamento de Griego, el próximo jueves 18 de abril alumnos de Latín, Griego y del Programa d'Aprofundiment de nuestro centro asistirán, en el teatro romano de Sagunto, a la representación de la tragedia de Eurípides "Ifigenia en Áulide". Previamente habrán realizado, tras ser distribuídos en tres grupos,  los talleres de Militaria, Etapas de la vida y Plaza de los dioses.
Vamos a hablar un poco de esta tragedia.

En sus dos últimos años de vida, en la corte de Macedonia, Eurípides compuso tres obras: la perdida Alcmeón en CorintoLas bacantes e Ifigenia en Áulide. Esta última es una hermosa tragedia sobre el sacrificio de la hija de Agamenón a la diosa Ártemis. El final de la obra se ha perdido o nunca fue finalizado, y poseemos una reelaboración bastante posterior. La obra intenta, sin conseguirlo, analizar el proceso espiritual por el que Ifigenia evoluciona desde su primitivo temor a la muerte, hasta la serena aceptación del sacrificio en favor del pueblo griego. El motivo para este cambio es trivial, patriotero y suena a postizo, como si Eurípides no hubiera acertado en esta ocasión su estudio psicológico. Ya Aristóteles vio en este cambio una total falta de coherencia. Fue representada póstumamente por el hijo del autor, Eurípides el Joven, el 405 a. C. La trilogía ganó el primer premio.
Es una de las más bellas creaciones de su autor y la agilidad en el estudio de los caracteres vuelve a ser una de sus características. Se intenta analizar en ella el proceso espiritual por el cual Ifigenia evoluciona desde un primitivo temor a enfrentarse con la muerte hasta la tranquila y serena aceptación del sacrificio a favor del pueblo griego. Aristóteles veía como algo inconcebible el cambio de una forma de ser, φύσις, a otra completamente diferente y estimaba de una total incoherencia la imagen de una muchacha asustada e intranquila y su repentina mutación hacia una serenidad asombrosa ante el sacrificio.
El sentido trágico llega de la mano del personaje de Agamenón, que debe elegir entre su deber como estratego en jefe y su deber como padre. Ifigenia posee la valentía de aceptar con coraje su destino (como otras jóvenes en Eurípides), pero las decisiones de Agamenón se basan en sentimientos puramente humanos.



La valoración de la Ifigenia en Áulide varía mucho según los enfoques de los críticos. Para H. D. F. Kitto se trata de una pieza melodramática de valor secundario, aunque de cierto interés para la historia literaria del teatro. En cambio, Albin Lesky declara su admiración por ella como una de las más logradas creaciones del viejo trágico: “Si en varias tragedias tardías de Eurípides se observa una nueva riqueza y también una nueva agilidad en el elemento psíquico, este desarrollo llega a su culminación en una de sus creaciones más bellas, Ifigenia en Áulide”. Cree Lesky que Aristóteles, que en su Poética, 1454 a, había criticado la variación de actitud de Ifigenia como algo «anómalo», no logró comprender todo el arte de Eurípides en sus progresos por expresar «todo el contenido psíquico» de sus personajes. En esta presentación de caracteres que no son de una pieza, que vacilan y cambian de opinión en el curso de la trama, es desde luego la Ifigenia un paso más, después del Orestes. No es sólo el famoso cambio de Ifigenia, «anómalo» según Aristóteles, porque la joven suplicante del comienzo es distinta de la resuelta heroína final, lo que hemos de destacar. También está ahí, asaltado por sus vacilaciones y su impotencia, el gran caudillo Agamenón.


Sus enfrentamientos con el turbio Menelao (una figura poco apreciada por el autor) y con Clitemnestra, que revelan ambos detalles poco nobles de su pasado, lo dejan en mal lugar, como un ambicioso mezquino. Los más nobles son la pareja de jóvenes: Ifigenia y Aquiles. Éste es un héroe en ciernes, galante y orgulloso, cuya intervención no conduce a nada. Ifigenia, otra víctima inocente sacrificada en aras de una cruel intervención divina, accede a enfrentarse voluntariamente a su muerte, pero carece de un carácter realmente trágico. Quien está sometido al conflicto de tomar una decisión trágica es Agamenón, que tiene que elegir entre su deber como estratego en jefe y su deber como padre. Ifigenia tiene tan sólo la valentía, como otras jóvenes en Eurípides, de aceptar con coraje el destino. Pero las motivaciones de la decisión de Agamenón son «demasiado humanas» y puede dudarse si lo que le fuerza es algo más que la presión del ejército y su propia ambición. Las rencillas familiares nos muestran al héroe en una perspectiva próxima y vulgar. Al final, no hay ninguna katharsis, sólo un relativo happy end; y el rencor de Clitemnestra.



Respecto a la construcción de la obra hay que subrayar que está muy bien lograda y que contiene escenas admirables. Entre ellas está la del prólogo, con su escenario nocturno y silencioso como telón de fondo al diálogo del anciano esclavo y el inquieto Agamenón. Se ha discutido la autenticidad del pasaje y el lugar de su inserción en la obra, pero no hay razones claras para rechazarlo ni alterar su situación. (Murray lo coloca detrás del prólogo más convencional del recitado de Agamenón.)

Una vez más Eurípides revela su maestría en el contraste entre dos personajes contrapuestos, y sus toques psicológicos son incisivos. Valga como ejemplo el agón entre los dos Atridas. O el encuentro entre Agamenón y Clitemnestra. La sordidez latente tras la retórica política queda desenmascarada en esos diálogos despiadados y faltos de escrúpulos personales. Por otra parte está el coro, que tiene poco que decir. En la párodos tenemos un aria lírica descriptiva, como algunos estásimos de las Fenicias o de la Electra. Los demás cantos del coro evocan temas tópicos. El fragmento lírico más elevado es la monodia de Ifigenia (vv. 1279 y sigs.), patética despedida de la vida.

En cuanto al éxodo de la tragedia, no conservamos el texto original, sino una reelaboración del mismo bastante posterior a la muerte del trágico. A partir del verso 1570 se encuentran expresiones y secuencias métricas inaceptables como auténticas. Por otro lado Eliano (alrededor de 170 a 240 de nuestra era) nos ha trasmitido tres versos del final original de la Ifigenia que no se encuentran en el texto conservado, ni encajan en él, puesto que los declama la diosa Ártemis, que como diosa ex machina debía de aparecer aquí. En lugar de tal aparición, tenemos un largo relato de mensajero, puesto en boca de un servidor real.





Los estudiosos sitúan el comienzo de la escena añadida algo antes (hacia el verso 1532) o algo después (hacia el verso 1577, como hace Murray), pero coinciden en señalar su carácter de añadido posterior. En fin, es también posible la suposición de que Eurípides no hubiera concluido del todo la pieza y que, tanto en la secuencia de algunos versos del prólogo como aquí, se notara cierta imperfección formal.

domingo, 7 de abril de 2013

Un esforç recompensat




Si ha quelcom que ens causa satisfacció és veure que el nostre esforç ha estat recompensat.
Crec que la nostra alumna Olga Giménez Sidro, de 2n Batxillerat L, va experimentar eixa sensació, quan es va assabentar que havia estat la primera classificada en les IV Olimpíades de Clàssiques, organitzades per la Universitat de València, i en les quals podien participar tots els alumnes de centres d'ensenyament de la Comunitat Valenciana matriculats durant el curs 2012-2013 en les assignatures de Llatí i/o Grec de 2n de batxillerat.
Quan li vaig proposar a Olga la participació en les Olimpíades, la va acceptar de bon grat i, llevant-li temps a l’estudi d’altres assignatures i sacrificant temps lliure, que haguera pogut dedicar a d’altres coses, va acudir al centre alguns dies en les mesos de febrer i març en horari vespertí, i va demanar llibres i apunts del professorat de clàssiques del centre, per a preparar-se per a una prova realment difícil de 100 preguntes sobre Grècia i Roma, dividides en dos blocs, un de llengua (morfologia, fonètica, sintaxi, etimologia, prosòdia i derivats lèxics) i un altre de cultura (història, mitologia, religió, política, geografia, literatura, art, filosofia), aquest últim amb la dificultat afegida de què dos errors anul·len una resposta correcta.
La dificultat està també en què molts continguts pels quals pregunten no s’han vist i d’altres és impossible veure’ls en dos cursos de grec. Només diré que algunes preguntes posen entre l’espasa i la paret fins i tot als professors.
Acabada la preparació, el dissabte 23 de març va ser la prova a la Facultat de Filologia, Traducció i Comunicació, en la que van participar 80 alumnes de 27 centres de tota la Comunitat Valenciana, especialment de la província de València, però també alguns de Castelló, Vila-real o L’Alcora.



Olga va eixir contenta de la part cultural, però no massa de la part lingüística, realment complexa. Els que la coneixem un poc, no obstant, sabem que, és exigent amb ella mateixa i sabíem que també hauria fet bé la part de llengua. No vam comprovar les seues respostes, perquè s’haguera posat més nerviosa. El dimecres 27 es publicarien els resultats. I eixe dia vaig rebre una trucada de la professora del Departament de Filologia Clàssica, organitzadora de les Olimpíades, comunicant la bona notícia del primer premi d’Olga, amb un examen molt bo. Ens avisarien per a la cerimònia de lliurament de premis.
Quan vaig comunicar a la protagonista la notícia (estava en classe) els seus companys li van donar un merescut aplaudiment i l’emoció es va apoderar d’ella, i alguna llagrimeta se li va escapar dels ulls. Quelcom normal, perquè només ella sap les hores i esforços que ha dedicat.
L'objectiu fonamental de les Olimpíades, segons llegim en la seua web, és estimular l'estudi de les llengües clàssiques i la seua cultura entre els joves, premiar l'esforç i l'excel·lència acadèmica i servir de punt de trobada entre l'ensenyament secundari i la Universitat. En Olga s’han aconseguit els tres, perquè les Olimpíades l’han estimulat encara més a estudiar eixe Grau de Filologia Clàssica, el guardó aconseguit ha premiat el seu esforç i excel·lència acadèmica, i finalment, el del dia 23 va ser el seu primer examen en una facultat que, aviat, serà el seu centre d’estudi.
Remarcable també que dels sis guanyadors, tres són de la província de Castelló: el primer lloc d’Olga, el quart d’una alumna de l’IES Sos Baynat i el sisè d’una alumna de l’IES Ximén d’Urrea de L’Alcora.
En aquest sentit, el nostre centre es pot sentir satisfet perquè els seus alumnes han aconseguit el 3r premi en les Olimpíades de Química (Raquel Gil Edo), el 2n en Física (Vicente Aguilella Burriel), el 1r d’Humanitats (Eva Pardo Gil), en les convocades per la UJI, i aquest 1r en Clàssiques, organitzades per la Universitat de València.
La Universitat de València concedirà als sis primers classificats de la IV Olimpíada de Clàssiques de València la matrícula gratuïta per al curs 2013-2014 en qualsevulla titulació de les què ofereix.
Només ens resta felicitar també, per la part que els toca, als professors de Grec i Llatí d’Olga de 4ESO, 1 i 2n de Batxillerat per la preparació que li han proporcionat. Però, sobretot, la nostra més sincera enhorabona a la campiona olímpica de Clàssiques de la Universitat de València.