BLOG DE CULTURA CLÁSICA DEL IES FRANCESC RIBALTA DE CASTELLÓN


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viernes, 15 de enero de 2016

POEMA QUEVEDO

DICHOSO PUEDES, TÁNTALO

Dichoso puedes, Tántalo, llamarte,
tú, que, en los reinos vanos, cada día,
delgada sombra, desangrada y fría,
ves, de tu misma sed, martirizarte.

Bien puedes en tus penas alegrarte
(si es capaz aquel pueblo de alegría),
pues que tiene (hallarás) la pena mía
del reino de la noche mayor parte.

Que si a tí de la sed el mal eterno
te atormenta, y mirando l'agua helada,
te huye, si la llama tu suspiro;

yo, ausente, venzo en penas al infierno;
pues tú tocas y ves la prenda amada;
yo, ardiendo, ni la toco ni la miro.

Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos nació en Madrid el 14 de Septiembre de 1580 y murió en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, el 8 de Septiembre de 1645 conocido como Francisco de Quevedo, fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras narrativas y obras dramáticas.
La poesía amorosa de Quevedo, considerada la más importante del siglo XVII, es la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino, fue, sin embargo, el gran cantor del amor y de la mujer. Escribió numerosos poemas amorosos, dedicados a varios nombres de mujer: Flora, Lisi, Jacinta, Filis, Aminta, Dora. Consideró el amor como un ideal inalcanzable, una lucha de contrarios, una paradoja dolorida y dolorosa, en donde el placer queda descartado. Su obra cumbre en este género es, sin duda, su «Amor constante más allá de la muerte».
 
ESTATUA DE QUEVEDO EN MADRID

Me centrare especialmente en el poema nombrado, Dichoso puedes, Tántalo. 
Para el cometario de este poema, quiero empezar diciendo que es de temática mitológica, pero es indirecto ya que hace una reorientacion del tema principal del mito hacia lo amoroso. Estos poemas utilizan la mitología clásica como código cultural al que hacen referencia. La comparación es el elemento que une la experiencia amorosa aludida en el poema con el mito clásico. A través de ella se establecen ciertas analogías entre el yo poético, y el personaje mitológico o mito aludido.

El poema se construye sobra una base de comparación clara, que su mismo título indica; la pena que el “yo lírico” siente por su amada, es castigo mayor que la que le fue impuesta a Tántalo. Recordemos que el mito de Tántalo versa sobre el castigo que éste sufrió por haber robado el néctar y ambrosía de la mesa de los dioses para dárselo a los hombres, y por esto fue castigado a pasar hambre y sed eternas, gozando de fruta y agua en su presencia, pero sin poder alcanzarla. Como éste, el poeta se siente castigado a sufrir una pena mayor, puesto que Tántalo gozaba de la presencia de aquello que deseaba, al contrario de nuestro enamorado, que ni siquiera contemplar ni tocar a su amada puede. El amor se presenta, como en otras ocasiones lo ha hecho, como un castigo que el “yo lírico” sufre por la distancia de su amada. Observemos la contraposición constante que el poema se hace del “yo” –”tu” y el diálogo interno que se establece con el héroe mitológico. Nunca antes se había tratado con esta cercanía y confidencialidad a los dioses de la mitología, como en estos versos percibimos.

El poeta usa el castigo de Tántalo como ejemplo para expresar que muchas personas sufren un castigo parecido en vida ( tener algo muy cerca pero no conseguirlo). también dice que su propio sufrimiento es peor que el de Tántalo.





1 comentario:

  1. Dos cositas:

    1. En el título se debe ser más "imaginativo"; en este caso un título bueno es el propio primer verso del poema

    2. Me falta un comentario más directo tuyo. Si conoces el mito de Tántalo y sabes que Quevedo estaba enamorado, ¿qué te sugiere su comparación? ¿por qué Tántalo y su suplicio?

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