BLOG DE CULTURA CLÁSICA DEL IES FRANCESC RIBALTA DE CASTELLÓN


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viernes, 5 de febrero de 2016

POEMA

                           A Apolo siguiendo a Dafne

Bermejazo Platero de las cumbres 
A cuya luz se espulga la canalla: 
La ninfa Dafne, que se afufa y calla, 
Si la quieres gozar, paga y no alumbres. 

Si quieres ahorrar de pesadumbres, 
Ojo del Cielo, trata de compralla: 
En confites gastó Marte la malla, 
Y la espada en pasteles y en azumbres. 

Volvióse en bolsa Júpiter severo, 
Levantóse las faldas la doncella 
Por recogerle en lluvia de dinero. 

Astucia fue de alguna Dueña Estrella, 
Que de Estrella sin Dueña no lo infiero: 
Febo, pues eres Sol, sírvete de ella.


Sobre el autor:

Francisco Gómez de Quevedo y Villegas, hijo de Pedro Gómez de Quevedo y Villegas y de María Santibáñez, nació en Madrid el 17 de septiembre de 1580 en el seno de una familia de la aristocracia cortesana. Escritor español, que cultivó con abundancia tanto la prosa como la poesía y que es una de las figuras más complejas e importantes del Siglo de Oro español.

En Madrid cursó sus primeros estudios en el Colegio Imperial de los jesuitas y después en la prestigiosa universidad de Alcalá de Henares; después cursó estudios de teología en la Universidad de Valladolid .

Hombre de acción envuelto en las intrigas más importantes de su tiempo, era docto en teología y conocedor de las lenguas hebrea, griega, latina y modernas. Destacaba por su gran cultura y por la acidez de sus críticas; acérrimo enemigo personal y literario del culterano Luis de Góngora, el otro gran poeta barroco español.

El año 1606 vuelve a su Madrid natal en busca de éxito y fortuna a través del duque de Osuna que se convierte en su protector; también entabla un pleito por la posesión del título nobiliario del señorío de La Torre de Juan Abad. Quevedo fue arrastrado . Esta etapa desgraciada marcó todavía más su carácter agriado; pero desarrolló una gran actividad literaria.

Su matrimonio con la viuda Esperanza de Mendoza tampoco le proporcionó ninguna felicidad al gran misógino y se separó de ella a los pocos meses.

El 8 de septiembre de 1645 murió.



Mito:


Apolo, dios de los arqueros, de la música, de la profecía y de la luz, era muy poderoso, pero no siempre afortunado en sus amores. Su primer amor fue la ninfa Dafne, pero ella lo rechazó. La violenta pasión de Apolo y la resistencia de Dafne se debía a que Eros (Cupido), irritado por las bromas de Apolo, le disparó a él una flecha de oro para que se enamorase de ella, mientras que a Dafne, le dirigió una de plomo para que le rechazase. Apolo persiguió a Dafne con todo tipo de súplicas amorosas, todas las cuales rechaza hasta llegar a orillas del río Peneo. Aquí justo en el momento en que va a darle alcance, ella pide ayuda a su padre, el dios del río, el cual la transforma en un laurel. Apolo se queda de una pieza. Al contrario que su padre Zeus, Apolo aceptaba los rechazos, aunque a veces la venganza era terrible. Por ejemplo, cuando la Sibila Deifobe le rechazó -a pesar de ofrecerle tantos años de vida como granso de tierra pudiése recoger- se enojó tanto, que le dio mil años más de vida... ¡pero sin eterna juventud! Pasó el resto de sus días metida en un tarro, en Cumas, sin que se le consediera su único deseo: la muerte.


Sobre el poema:


Nos encontramos ante un soneto clásico de Francisco de Quevedo compuesto por dos cuartetos y dos tercetos. El tema central de la composición es la parodia del mito clásico de Apolo y Dafne. En cuanto a la estructura, el texto se divide en tres partes, En primer lugar Quevedo introduce el tema que estamos tratando referido a Apolo y Dafne. A continuación podemos apreciar una segunda parte, que englobaría la segunda y tercera estrofa; en ellas se describe la forma a través de la cual Apolo puede conseguir a Dafne. Para concluir, vemos una tercera parte constituida por el segundo terceto en el que el personaje de la dueña actua como mediadora entre Dafne y Apolo.

En el segundo verso podemos ver a Dafne identificada con la figura de una canalla. En este sentido la ninfa trata de despenderse de todas la incomodidades proporcionadas por Apolo, esto se expresa con el verbo"expulgar" que posee connotaciones negativas. Los últimos versos dejan de dirigirse como hasta ahora a Apolo y explica lo que otros dioses han hecho para conseguir a sus amantes. Quevedo utiliza el mito de Júpiter y Dánae.

-Para más información:

-http://filologia-hispanica-uco.blogspot.com.es/2014/01/comentario-de-texto-poema-de-apolo.html
-http://mitologiagrecorromana.idoneos.com/297809/
-http://www.los-poetas.com/f/bioquev.htm

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