ESTÁBASE LA EFESIA CAZADORA
FRANCISCO DE QUEVEDO
Estábase la efesia cazadora
dando en aljófar el sudor al baño,
cuando en rabiosa luz se abrasa el año
y la vida en incendios se evapora.
De sí, Narciso y ninfa, se enamora;
mas viendo, conducido de su engaño,
que se acerca Acteón, temiendo el daño,
fueron las ninfas velo a su señora.
Con la arena intentaron el cegalle,
mas luego que de Amor miró el trofeo,
cegó más noblemente con su talle.
Su frente endureció con arco feo,
sus perros intentaron el matalle,
y adelantóse a todos su deseo.
POEMA
Es un soneto temprano de Quevedo,
publicado en las Flores de Espinosa, de 1605, fechado por Blecua como anterior
a 1603.12
La versión que leemos en su Obra poética reproduce la impresa
en las Tres musas de 1670. Signifa el mal que entra por los ojos con la fábula de Acteón. -
El soneto “Estábase la efesia cazadora” constituye un ejemplo de recreación mitológica, de
evidentes orígenes ovidianos: el soneto, sobre el mito de Diana y
Acteón. No es habitual
que Quevedo recree en una sola composición de forma exclusiva un
mito clásico; suele hacerlo como exemplum o motivo adicional para
otras pretensiones, pero es rara la sumisión de todo un texto a la
recreación o imitación de un determinado mito. Da la impresión de
que Quevedo en esta época trataba de seguir los pasos de una recreación
de temas semejantes, ya que posteriormente no se inclina, si no es por
la vía de la parodia, por este contenido temático.
Sobre “Estábase la efesia cazadora” conviene recordar que
Quevedo retocó el soneto desde el punto de vista estilístico, sin apenas
variación en el contenido. Es nítido y en
él incluso se incorporan sugerencias del propio texto ovidiano que en
un primer momento no habían aparecido, como la de la metáfora del
velo aplicada a las ninfas que tratan de ocultar con sus cuerpos a Diana.
La mayor parte de los cambios son de orden sintáctico, con un mayor
predominio del orden paralelístico y un mayor ajuste a la arquitectura
del soneto.
Aparte del mito de diana y Acteón también hace referencia a Narciso y la ninfa Eco.
AUTOR
Francisco de Quevedo Villegas (1580 - 1645), fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras narrativas y obras dramáticas.
MITO (Narciso y Eco)
La ninfa Eco se enamora perdidamente de Narciso de quien el adivino Tiresias predijo, en su nacimiento, que tendría un larga vida si no se contemplaba a sí mismo. Este joven era muy hermoso pero despreciaba el amor de todos.
La pobre ninfa no fue la excepción y Narciso despreció su corazón cuando la vio en el bosque y ella no fue capaz de responderle más que sus propias palabras. Entonces, ella desolada, ofendida se encerró en un lugar solitario y allí dejó de comer y de cuidarse. Así se fue consumiendo poco a poco, y el dolor la fue absorbiendo hasta que desapareció y se desintegró en el aire, quedando sólo su voz que repetía las últimas palabras de cualquiera. Esta voz es lo que llamamos eco.
Debido a esto los dioses se molestaron y todas las demás mujeres rechazadas oraron a los dioses por venganza. Némesis (la venganza) las escuchó e hizo que Narciso contemplara su propia imagen. Cuando el joven lo hizo, se enamoró de su propia belleza y ya no le importó nada más que su imagen.
Se quedó contemplándose en el estanque y se dejó morir, totalmente indiferente al resto del mundo. Dicen que aún en el Estigio (el mar de la tierra de los muertos), Narciso continúa admirándose.
En el lugar en que Narciso murió, nació la flor homónima.
MITO ( Diana y Acteón)
En la mitología romana, Diana era la diosa virgen de la caza, protectora de la naturaleza y la Luna. Su diosa griega equivalente en la literatura es Artemisa, si bien en cuanto a culto era de origen itálico
Acteón era, en la mitología griega, un célebre cazador iniciado en este arte por el centauro Quirón, también maestro de Aquiles. Hijo de Aristeo y Autónoe en Beocia, sufrió la ira de Artemisa (Diana, en el caso de la romanización de la leyenda, según, por ejemplo, la versión de Ovidio).
Artemis o Diana, consagrada a la castidad, estaba bañándose desnuda en los bosques cercanos a la ciudad beocia de Orcómeno, cuando Acteón la encontró casualmente. Se detuvo y se quedó mirándola, fascinado por su belleza enajenante. Como castigo, Artemis lo transformó en un ciervo por la profanación de ver su desnudez y sus virginales misterios, y envió a los propios sabuesos de Acteón, cincuenta, a que lo mataran. Estos lo hicieron pedazos y devoraron sus carnes, para después buscar a su amo por el bosque, sollozando. Entonces, encontraron al centauro Quirón, quien, para consolarlos, construyó una estatua de su difunto dueño. Según cuenta Ovidio en Las metamorfosis , la diosa estaba acompañada de su séquito de ninfas.
"El color que suelen tener las nubes cuando las hiere el sol de frente, o la aurora arrebolada, es el que tenía Diana al sentirse vista sin ropa. Aunque a su alrededor se apiñaba la multitud de sus compañeras, todavía se apartó ella a un lado, volvió atrás la cabeza, y como hubiera querido tener a mano sus flechas, echó mano a lo que tenía, el agua, regó con ella el rostro del hombre, y derramando sobre sus cabellos el líquido vengador, pronunció además estas palabras que anunciaban la inminente catástrofe: Ahora te está permitido contar que me has visto desnuda, si es que puedes contarlo", Las metamorfosis, Ovidio.
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