En la mitología griega, el vellocino de oro era el vellón o zalea del carnero alado Krysomallos (Χρυσομαλλος), en castellano Crisómalo. Aparece en la historia de Jasón y los argonautas, quienes partieron en su búsqueda para lograr que Jasón ocupase justamente el trono de Yolcos en Tesalia. Se decía que el carnero era hijo de Poseidón y de Teófane.
Atamante, rey de la ciudad de Orcómeno en Beocia (una región del sudeste griego) tomó como primera esposa a la diosa nube Néfele, con quien tuvo dos hijos, Hele y Frixo. Más tarde se enamoró y se casó con Ino, la hija de Cadmo. Ino tenía celos de sus hijastros y planeó matarlos (en algunas versiones, persuadió a Atamante de que sacrificar a Frixo era la única forma de acabar con una hambruna). Néfele o su espíritu se apareció ante los niños con un carnero alado cuya lana era de oro. Los niños huyeron montando el carnero sobre el mar, pero Hele cayó y se ahogó en el estrecho del Helesponto, llamado así en su honor. El carnero llevó a Frixo hasta la Cólquide, a la lejana (oriental) playa del mar Euxino. Frixo sacrificó entonces al carnero y colgó su piel de un árbol (en varias versiones un roble) consagrado a Ares, donde fue guardada por un dragón. Allí permaneció hasta que Jasón se hizo con ella. El carnero se convirtió en la constelación Aries.
Atamante, rey de la ciudad de Orcómeno en Beocia (una región del sudeste griego) tomó como primera esposa a la diosa nube Néfele, con quien tuvo dos hijos, Hele y Frixo. Más tarde se enamoró y se casó con Ino, la hija de Cadmo. Ino tenía celos de sus hijastros y planeó matarlos (en algunas versiones, persuadió a Atamante de que sacrificar a Frixo era la única forma de acabar con una hambruna). Néfele o su espíritu se apareció ante los niños con un carnero alado cuya lana era de oro. Los niños huyeron montando el carnero sobre el mar, pero Hele cayó y se ahogó en el estrecho del Helesponto, llamado así en su honor. El carnero llevó a Frixo hasta la Cólquide, a la lejana (oriental) playa del mar Euxino. Frixo sacrificó entonces al carnero y colgó su piel de un árbol (en varias versiones un roble) consagrado a Ares, donde fue guardada por un dragón. Allí permaneció hasta que Jasón se hizo con ella. El carnero se convirtió en la constelación Aries.
Jasón regresa con el vellocino de oro en una crátera roja de Apulia, c. 340-330 a. C.
Se han realizado intentos de interpretar el vellocino de oro no solo como un objeto extravagante en un mito sino como el reflejo de un objeto o práctica cultural real. Así, por ejemplo, se ha sugerido varias veces que la historia del vellocino de oro significaba la llegada de la ganadería a Grecia desde el este, o que aludía al trigo dorado o al sol.
Otra interpretación se apoya en las referencias de algunas versiones a la tela púrpura o teñida de púrpura. El tinte púrpura extraído de caracoles del género Murex y especies relacionadas era muy caro en tiempos antiguos, y la ropa hecha de tela teñida con él era señal de gran riqueza y elevada posición (de ahí la asociación del púrpura con la realeza). La relación del oro con el púrpura es por tanto natural y ocurre frecuentemente en la literatura.
Una interpretación más extendida relaciona el vellocino de oro con un método para extraer oro de los ríos que está bien avalada (pero sólo desde cerca del siglo V a. C.) en la región de Georgia al este del mar Negro. Zaleas de oveja, a veces extendidas sobre marcos de madera, se sumergían en la corriente de agua y las pepitas de oro que bajaban desde placeres río arriba se recogían en ellos. Los vellocinos se colgaban entonces en los árboles para secarlos antes de sacudirles o peinarles el oro.
El antiguo origen del mito en tiempos anteriores a la literatura significa que todas las interpretaciones existentes son muy posteriores y en mayor o menor grado racionalizaciones que sufren del muy incompleto conocimiento de la cultura en la que surgió. La mayoría ha sido de hecho criticada en la literatura arqueológica. Un intento de construir una explicación más plausible mediante su ubicación en lo que se conoce de esa cultura señala, curiosamente, a una de las primeras propuestas, en concreto que el vellocino de oro representa la idea de la realeza y la legitimidad: de ahí el viaje de Jasón en su busca, para restaurar el legítimo gobierno de Yolcos.
Otra interpretación se apoya en las referencias de algunas versiones a la tela púrpura o teñida de púrpura. El tinte púrpura extraído de caracoles del género Murex y especies relacionadas era muy caro en tiempos antiguos, y la ropa hecha de tela teñida con él era señal de gran riqueza y elevada posición (de ahí la asociación del púrpura con la realeza). La relación del oro con el púrpura es por tanto natural y ocurre frecuentemente en la literatura.
Una interpretación más extendida relaciona el vellocino de oro con un método para extraer oro de los ríos que está bien avalada (pero sólo desde cerca del siglo V a. C.) en la región de Georgia al este del mar Negro. Zaleas de oveja, a veces extendidas sobre marcos de madera, se sumergían en la corriente de agua y las pepitas de oro que bajaban desde placeres río arriba se recogían en ellos. Los vellocinos se colgaban entonces en los árboles para secarlos antes de sacudirles o peinarles el oro.
El antiguo origen del mito en tiempos anteriores a la literatura significa que todas las interpretaciones existentes son muy posteriores y en mayor o menor grado racionalizaciones que sufren del muy incompleto conocimiento de la cultura en la que surgió. La mayoría ha sido de hecho criticada en la literatura arqueológica. Un intento de construir una explicación más plausible mediante su ubicación en lo que se conoce de esa cultura señala, curiosamente, a una de las primeras propuestas, en concreto que el vellocino de oro representa la idea de la realeza y la legitimidad: de ahí el viaje de Jasón en su busca, para restaurar el legítimo gobierno de Yolcos.
MITO
El vellocino de oro en los mitos griegos era la piel de cierto carnero que años antes salvará a Frixo y Hele de los celos de su madrastra Ino y que estaba custodiado en la Cólquide, región situada en el final del Mar Negro a ojos de un griego (actual Georgia), en el reino de Eetes, padre de Medea y hermano de Circe y Pasífae, y guardada por un temible dragón. Años más tarde, Jasón sería el encargado de encontrarlo y traerlo a Yolco, ciudad en la que gobernaba el tío de éste, Pelías, que temía que el joven quisiera recuperar el trono que por derecho le correspondía y le mandó esa arriesgada empresa con la confianza de que nunca volviera.Jasón hizo una convocatoria para todos los héroes que desearan seguirle a la Cólquide en busca del vellocino de oro, y tras reunir a los más valerosos de toda Grecia, emprendió el viaje en el navío Argo, cuyo nombre hace referencia al de su constructor y significa “veloz”. A partir de ese momento, los intrépidos expedicionarios recibieron la denominación de Argonautas; entre estos había también varios adivinos, que se ocupaban del examen de las señales premonitorias.
Jasón con el Vellocino de Oro.
La conquista del vellocino de Oro se refiere a hechos y personajes que preceden en una generación a los involucrados en la Guerra de Troya, envolviendo en la trama a gran cantidad de célebres guerreros y héroes: los gemelos Cástor y Pólux, Hércules, Peleo (padre de Aquiles), el músico Orfeo,…
Así nace la trepidante aventura de los Argonautas que les llevará hasta el país de la Cólquide, final de su expedición, situado al sur del Mar Negro que custodiaba el dorado vellocino.
Ha habido algunos intentos de interpretar este mito del vellocino de oro como el equivalente a una práctica cultural que pudo tener visos de realidad. Algunas de estas teorías tratan de explicar que la historia del vellocino de oro significaba la llegada de la ganadería a Grecia desde el este, y consideran la creencia de que el vellocino de oro hace alusión al trigo dorado o incluso al propio astro rey.
Así nace la trepidante aventura de los Argonautas que les llevará hasta el país de la Cólquide, final de su expedición, situado al sur del Mar Negro que custodiaba el dorado vellocino.
Ha habido algunos intentos de interpretar este mito del vellocino de oro como el equivalente a una práctica cultural que pudo tener visos de realidad. Algunas de estas teorías tratan de explicar que la historia del vellocino de oro significaba la llegada de la ganadería a Grecia desde el este, y consideran la creencia de que el vellocino de oro hace alusión al trigo dorado o incluso al propio astro rey.
¿Y de qué elemento de las manifestaciones culturales modernas es el vellocino de oro un referente?
ResponderEliminar¿Tal vez de ésta ?
¿O de ésta ?