MINERVA

                                               

La Plaza Tetuán se encuentra situada junto a la calle Zaragoza, justo detrás del edificio modernista de Correos y Telégrafos.

   La Plaza Tetuán está rodeada de numerosos bares y cafeterías y en el centro de la plaza se halla la escultura "Minerva Paranoica", en acero pintado, del escultor valenciano Miguel Navarro en 1989.

Si de algo puede presumir Castellón es de tener un vasto número de estatuas y esculturas  a lo largo de sus calles. En Castellón una escultura  puede ser, como en otras ciudades, el motivo central de una calle, plaza,  una fuente o un motivo de conmemoración de algún evento remarcable. Pero, además, en Castellón, una escultura puede tener tanta importancia que el nombre de una plaza sea olvidado y sustituido por el suyo.

Es por ello que en esta publicación he decidido darles su espacio, ya que en realidad en la vida de Castellón lo tienen, son comentadas, admiradas, criticadas, y odiadas hasta el infinito. Pero es lo que tenemos, esculturas. Muchas veces, ese odio o esa crítica viene dada por no conocer el origen o qué representan. Otras veces es un mero hecho estético. En esta sección os ayudaremos a conocerlas un poco más, a entenderlas mejor y, a lo mejor, con un poco de suerte, a que les cojáis algo de cariño.

Minerva Paranoica, así con este nombre, es difícil adivinar de qué estoy hablando. Al lado del edificio de Correos encontramos la encantadora plaza Tetuán, en la que se encuentran sus terracitas y en medio de ésta, una imponente escultura del color de la arcilla con lo que parece ser un cuchillo en lo alto.

Recuerdo haber pasado miles de veces por ese lugar. Cuando era pequeña esta escultura me impresionaba, ya por entonces percibía su violencia, siempre había pensado que era un cuchillo, un poco extraño, pero un cuchillo.Siempre me ha intrigado esta escultura. Con el paso de los años llegué a creer que era una suerte de bayoneta y que, como otros tantos monumentos en Castellón, conmemoraba alguna guerra o sus víctimas. Siempre me ha intrigado y es por ello por lo que la elegí como  artículo.

Pues bien, cuando vamos a la plaza Tetuán, estamos ante Minerva Paranoica del escultor valenciano Miquel Navarro, Premio Nacional de Artes Plásticas y académico de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.  Este artista ha realizado exposiciones por todo el mundo y sus esculturas están diseminadas por toda España e incluso en el extranjero.  En Castellón, al lado del Espai d’Art Contemporani, encontramos otra de sus obras, ‘Saltamontes libando’, la cual, si nos paramos a observar, posee rasgos que nos advierten de su parentesco con Minerva.

Minerva Paranoica en un principio no fue realizada por encargo del ayuntamiento de Castellón. La obra, en su juventud, fue admirada por miles o millones, quién sabe, de madrileños,  ya que su ubicación inicial y original fue el Palacio de Cristal de Madrid, en el Parque del Retiro.

El contraste entre formas, colores y sensaciones debía de ser soberbio. He leído en alguna fuente oficial que la intención del artista era crear un contraste entre el espacio en el que estaba la obra y la propia obra, dándoles a los dos así un protagonismo inquietante. Puedo imaginar cómo parecería  que la monumental lanza de Minerva quisiera rasgar el aparentemente frágil techo del Palacio de Cristal. Pues bien, de allí Minerva viajó al IVAM, junto con otras obras del autor, donde por sus grandes dimensiones quedó en el espacio exterior y de allí vino a establecerse en Castellón, donde aún permanece.

Representación esquemática

Lo que tenemos en Castellón es una representación esquemática hecha de aluminio de la diosa romana Minerva, Atenea para los griegos. Diosa de la sabiduría y de la guerra. De esta representación, el elemento más reconocible es la lanza. Como con los santos, los dioses tienen atributos que nos ayudan a reconocerlos y diferenciarlos. En el caso de Minerva los suyos son la armadura, la lanza, el escudo, el yelmo y la lechuza, único atributo que hace referencia a la sabiduría.

Hasta aquí todo claro, pero, ¿por qué Minerva está paranoica en esta representación? Según el artista la paranoia de Minerva se debe a la dicotomía de sus cualidades. Por un lado la guerra y por otro la sabiduría. Cuenta la leyenda que Minerva siempre intentaba agotar todas las vías basadas en el conocimiento antes de pasar a la acción. Se  puede decir que se resguardaba en su atalaya de sabiduría para evitar la guerra, ¿no es esto una contradicción? De ahí la paranoia. De todos modos, muchos deberían reflexionar sobre esta preciosa enseñanza.

Miquel Navarro siempre se ha sentido atraído por esta diosa, tanto es así que existe otra escultura con la que también le rinde homenaje, y lleva por nombre Cabeza pensante, en alusión a la leyenda que cuenta el origen de la diosa. Esta leyenda cuenta que cuando la primera esposa de Zeus, rey del Olimpo, quedó embarazada, este decidió comérsela, ya que le había sido predicho que engendraría hijos más poderosos que él y claro, su orgullo no podía permitírselo. En cuanto se comió a su mujer, comenzó a tener unos grandes dolores de cabeza. Remordimientos, lo podrían llamar alguno. Estaba tan desesperado porque le quitaran esos dolores, que le ordenó a Efesto, dios de los herreros, que le abriera la cabeza, y de ahí surgió Minerva.

Miquel Navarro cree que en este durísimo parto, Minerva le arrebató a su padre la sabiduría y es por eso por lo que le fascina la diosa. A mí, después de leer esto solo se me ocurre ver la semejanza que se puede hacer entre Zeus y Navarro, ya que de la cabeza de ambos salió Minerva.