Spartacus es una serie australiana que cuenta la revolución que empezó el mismo, es una serie biografiara de spartacus un esclavo de origen tracio, actual Bulgaria, militó
en las auxilias,
las tropas
auxiliares de Roma,
de las que desertó. Al no ser ciudadano romano, una vez capturado
fue reducido a la esclavitud. Fue destinado con su hermano a trabajos
forzados en unas canteras de yeso, pero gracias a su fuerza física,
fue comprado por un mercader para la escuela de gladiadores de Capua
de Cneo Cornelio Léntulo Batiato. Todas las fuentes conocidas de
esta rebelió, coinciden en describir que Spartacus era un hombre culto.
Durante
su permanencia en esta escuela, Espartaco ideó y llevó a cabo una
rebelión a fin de escapar junto a varios compañeros. Unos 74
hombres, encabezados por Espartaco, Crixo, Enomao, Casto y Cánico
huyeron de la ciudad armados con todo lo que encontraron. Por el
camino se encontraron con un convoy que transportaba armas de
gladiadores y se apoderaron de él, tras lo cual se retiraron al
monte Vesubio, desde donde empezaron a llevar a cabo acciones de
pillaje contra las localidades vecinas. Espartaco estableció un
reparto equitativo del botín entre todos sus hombres, lo que le
atrajo gran número de seguidores entre los esclavos de las fincas
aledañas al volcán.
Al
tener conocimiento del motín, los romanos, sin dar gran importancia
a este incidente, enviaron desde Capua una pequeña brigada de
soldados, que fue derrotada. Rápidamente los esclavos sustituyeron
sus armas de gladiadores con verdaderas armaduras romanas. En
consecuencia, los romanos se alarmaron y enviaron una unidad de 3.000
hombres al mando de Cayo Claudio Glabro.
Contrario
a la doctrina militar romana, e infravalorando completamente a los
esclavos, Claudio Glabro estableció su campamento al pie de la
montaña, donde descendía el único camino proveniente de la
cúspide, sin establecer una valla de protección. Al tener
conocimiento de este hecho, Espartaco adoptó un brillante plan. Hizo
descender a sus hombres por la parte más escarpada del volcán,
atados por cuerdas a la cepa de una vid silvestre, cayendo por
sorpresa sobre los soldados romanos, causándoles numerosas bajas y
obligando a los supervivientes a darse a la fuga desordenadamente,
dejando el campamento en manos de los esclavos. Era la primera gran
victoria de Espartaco, la batalla del Vesubio.
Los
romanos enviaron contra los esclavos dos legiones traídas de la
frontera norte de Italia, al mando del pretor Publio Varinio. Éste
trató de cercar a Espartaco con una maniobra en tenaza, para lo que
dividió sus fuerzas en tres partes. Espartaco, bien informado por
sus espías aprovechó la división de las fuerzas romanas y derrotó
separadamente a los dos ayudantes de Varinio, y luego atacó a las
fuerzas mandadas directamente por éste, llegando al punto de
capturar los lictores del
pretor y su propio caballo. Varinio tuvo que huir a pie.
Como
resultado, el movimiento de los esclavos se extendió a todo el sur
de Italia. Muchas ciudades fueron tomadas y saqueadas por los
esclavos. El historiador romano Salustio habla de la masacre de los
esclavistas y de las crueldades cometidas por los esclavos contra sus
antiguos opresores. Espartaco, consciente que esas acciones
terminarían por desmoralizar a los mismos rebeldes, se dedicó a
organizar un ejército regular disciplinado, que pudiera enfrentarse
con éxito a las poderosas legiones romanas.
De
esta manera formó un ejército de unos 70.000 hombres, preparó la
construcción de armas y organizó la caballería. Una vez hecho
esto, formó un plan para futuras acciones.
El
plan de Espartaco consistía en reunir el mayor número posible de
esclavos y sacarlos de Italia cruzando los Alpes. Esta era la única
posibilidad de libertad para la mayoría de ellos, puesto que una vez
fuera de Italia muchos rebeldes podrían escapar a territorios que
aún no habían sido conquistados por Roma (como Germania). Además,
era consciente de que no podría sostener una larga guerra de
desgaste contra la República romana, pues esta era inmensamente rica
y podría rehacer sus fuerzas armadas una y otra vez, impulsados por
el temor a que los esclavos de todas partes del mundo mediterráneo
decidieran rebelarse, lo que pondría en peligro la existencia misma
del Estado. Espartaco sabía también que ni siquiera los griegos,
con toda su ciencia y su técnica, ni los cartagineses, con su
poderosa flota y sus mercenarios adiestrados, habían podido doblegar
a Roma. Con el fin de llevar a cabo este plan, empezó a marchar con
sus tropas hacia el norte. Según lo que indica el historiador romano
Salustio, las disensiones estaban relacionadas con el plan de
acciones futuras: mientras Espartaco simplemente quería lograr que
los esclavos salieran de Italia, Crixo y los suyos estaban empeñados
en presentar batalla campal a los romanos, derrotarlos e incluso
tomar Roma, aniquilando al opresor; asimismo es posible que Crixo
estuviese respaldado también por los estratos pobres de la población
libre que se habían adherido a la rebelión y que, como es obvio, no
tenían intención de dejar Italia.
Este
debilitamiento momentáneo del movimiento no significó el final de
la rebelión, pues Espartaco, con maniobras brillantes en los pasos
de los montes Apeninos, infligió una serie de derrotas a Léntulo,
Gelio y Arrio, evitando las emboscadas que le tendieron los romanos y
continuando su avance hacia el norte. Sus tropas continuaron
fortaleciéndose por el continuo afluir de esclavos escapados de
todas partes de Italia, hasta el punto que Apiano dice que llegó a
reunir un número de 120.000 hombres en total.
Los
romanos se desesperaban al ver que sus legiones establecidas en
Italia no eran suficientes para vencer a los esclavos. El
gobernador de la provincia de la Galia Cisalpina, el cónsul Gayo
Casio Longino, reunió todas las fuerzas disponibles y aguardó la
llegada de Espartaco al valle del Po, en la ciudad de Módena.
Espartaco aceptó la batalla propuesta por el cónsul y lo derrotó,
tras lo cual pudo cumplir su plan de cruzar los Alpes, pero en vez de
eso, regresó hacia el sur.
Aunque
no hay una explicación clara de este asunto, se puede concluir que
en ese momento los esclavos estaban tan entusiasmados por su rosario
de victorias que no se podía ni hablar de escapar de Italia.
Deseaban culminar su venganza tomando Roma, y Espartaco se vio
obligado a someterse. Más que por haberse dejado dominar por el
entusiasmo de sus hombres, lo hizo para no perder completamente el
control de su indisciplinado ejército.
Espartaco
se acercó a Roma. Sabiendo que no podría tomar la ciudad dadas sus
poderosas fortificaciones, adoptó una postura pasiva. Los romanos,
por su parte, habían confiado el mando supremo del ejército al
pretor Marco Licinio Craso, adjudicándole las diez legiones
disponibles, aunque no eran de las mejores, pues ya los soldados
estaban desmoralizados por las inauditas victorias de Espartaco.
Habiéndose
acercado ambos enemigos, Craso ordenó asumir una posición defensiva
mientras elaboraba una estrategia para derrotar a los esclavos, que
consistía en encerrarlos en la montañosa región del Piceno,
mientras recibía más refuerzos. Sin embargo, uno de sus ayudantes,
Mummio, que tenía órdenes de dirigirse a una posición más
avanzada de la que ocupaban los esclavos con el fin de rodearlos,
optó más bien por atacarlos directamente, siendo derrotado
El
Senado perdió la fé en Craso al ver que no podía vencer a los
esclavos. Enviaron entonces al general Cneo Pompeyo Magno, recién
llegado a Italia desde Hispania, donde había reprimido hacía poco
la rebelión de Quinto Sertorio. A Marco Terencio Varrón Lúculo,
lugarteniente de Macedonia, se le dio orden de desembarcar con sus
tropas en el puerto de Brindisi desde Grecia. La idea del Senado era
cercar a los esclavos desde tres frentes: noroeste (Pompeyo),
suroeste (Craso) y este (Lúculo). En total, los romanos sumarían
unas 20 legiones (alrededor de 120.000 hombres), de las cuales, las
de Pompeyo sobresalían por su valor y moral, ya que regresaban de
una campaña victoriosa.
Justo
en esta circunstancia peligrosa surgieron otra vez disensiones entre
los esclavos. De nuevo los galos y los germanos, al mando de Casto y
Cánico (unos 30.000 hombres), se separaron de Espartaco y fueron
derrotados por Craso. Si bien al comienzo de la rebelión la
separación de un grupo similar no había tenido mayor importancia,
ahora la situación era completamente distinta. Cualquier
debilitamiento de las fuerzas rebeldes resultaría mortal, puesto que
ya no había reserva de esclavos que pudieran unírseles. De esta
manera, a Espartaco le quedaron alrededor de 80.000 hombres.
en
Apulia, se libró la última batalla (llamada por algunos
historiadores batalla del Río Silario). Antes de la misma le
llevaron su caballo a Espartaco, y él lo mató con su espada,
diciendo: "La victoria me dará bastantes caballos de entre los
enemigos, y si soy derrotado, ya no lo necesitaré." Decidió
combatir a pie con todos los demás. Los esclavos, impulsados por el
ejemplo de Espartaco, dispuestos a vender cara su derrota y jamás
volver a servir a los romanos, pelearon desesperadamente, pero no
pudieron resistir la superioridad de las legiones romanas fogueadas
en las campañas de Hispania. 60.000 esclavos, entre ellos Espartaco
-quien, herido en una pierna durante la batalla, llegó a luchar de
rodillas-, cayeron en la batalla; en cambio los romanos solo
perdieron 1.000 hombres. No se pudo localizar el cadáver de
Espartaco. Los romanos hicieron 6.000 prisioneros, y decidieron dar
al mundo una lección: todos los esclavos prisioneros fueron
crucificados a lo largo del tramo de la Vía Apia entre Capua y Roma,
separados uno del otro unos 10 m aproximadamente.
Los
remanentes de las tropas de Espartaco se dispersaron. Un cierto
número de ellos logró huir y se refugió junto a los piratas de
Cilicia. Pero los que no lo hicieron fueron sistemáticamente
perseguidos: Pompeyo logró destruir a una tropa de 5.000 hombres que
se dirigía hacia el norte, tratando de salir de Italia por los
Alpes, como era la intención inicial de Espartaco.
Joachim Fernau dijo que no hay otra guerra que pueda considerarse justa como la de ESPARTACO. Y tenía razón. Os dejo algunos recursos referentes a este asunto que me parecen interesantes: https://gabrielrosselloblog.wordpress.com/2017/02/20/que-fue-la-revuelta-de-espartaco/
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